viernes, 3 de julio de 2009

¿Nuevo jazz colombiano o nuevo folclor improvisado?

Esa es la pregunta que desde hace algunos años me acompaña cada vez que llega a mis manos un nuevo álbum con interpretaciones de músicos colombianos, de indudable talento, que tratan de incorporar o fusionar los elementos del jazz; tan concretos y precisos, y los ritmos y melodías de nuestra música tradicional colombiana; tan propios y diversos.

Al escuchar las nuevas mezclas, reconozco que son interesantes, arriesgadas y musicalmente atractivas, sin embargo la sensación es que ‘ni es lo uno ni lo otro’, ‘no es jazz ni folclor’, o en lenguaje popular ‘ni chicha ni limonada’.

Y tratando de resolver esta pregunta me remonto a la propuesta pionera que el maestro Antonio Arnedo plasmó, a mediados de los años 90, en su álbum ‘Travesía’. En ella se reunían los ingredientes precisos y medidos de la nueva ‘receta’ musical: la improvisación, la armonía del jazz como un cimiento en la composición, y las melodías y ritmos propios de nuestra música. El resultado, a mi modo de ver, confirma que una buena ‘receta’ requiere que sus ‘ingredientes’ se mezclen de una manera equilibrada, de lo contrario, como en el arte culinario, la receta se hecha a perder.

No me considero un conocedor ni un estudioso de la música colombiana, sin embargo, en el recorrido que hice en mi juventud por algunas de sus composiciones, aprendí a degustar la música de Calvo, así como los pasillos y los bambucos de Morales Pino y Fulgencio García.

Por otro lado, el jazz sí lo he estudiado más a fondo; de él he aprendido su armonía hecha de acordes de séptima, entre otros, el uso de las tensiones o colores, la función de la batería y el bajo para crear el famoso ‘groove’.

Entonces, a la pregunta inicial sólo puedo concluir que si en las nuevas mezclas hay demasiado énfasis en los ritmos autóctonos, poca armonía o ninguna, y mucha improvisación colectiva hablaremos con más propiedad de folclor improvisado. Por el contrario, si en la receta sobresale la armonía, la improvisación del solista, el uso de anticipaciones y retardos como elemento recurrente en la ornamentación melódica, y los ritmos autóctonos de la percusión son reducidos a un mero acompañamiento junto con el bajo, es probable que hablemos más de un cierto tipo de jazz. En este caso, a la receta del ‘jazz folclor’ le haría falta un poco más de preparación.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

No he escuchado realmente este Jazz Folclor colombiano pero solo queria comentar que esto de si algo es Jazz o no es jazz es legendaria.

Pasó con el bebop, pasó con el post bop, pasó con el cool, pasó con el free jazz y asi sucesivamente. Y seguirá pasando por siempre.

Trataré de seguir este nuevo blog...ya que pinta muy bien... Saludos.

Anónimo dijo...

¡y que más dá si no es jazz ni folclor! ¿Tiene que serlo? ¿No puede ser otra cosa diferente?

Ricardo Gallo dijo...

Esta es una interesante pregunta que yo mismo también me he hecho desde mi perspectiva, es curioso, hace mucho he querido escribir también sobre esto. Como dice el primer comentarista, nada mas la pregunta de que es jazz o que no es jazz ya es vieja, y sin embargo sigue siendo inquietante. Puede ser muy acertado afirmar que mucho de lo que se hace de estas fusiones puede no ser jazz. Y tampoco es folklore. Y como dice el segundo comentarista, que importa? El jazz salió de un "melting pot" en New Orleans y se nutre de muchas culturas en NYC y en el mundo. En Chicago se re-define que es la música negra y de nuevo se vuelve a la discusión de que es o no es jazz. Por otro lado el jazz siempre ha evolucionado cuando hay invención. Me parece que la música que se está haciendo acá es eso, creación. Acercarse a un contexto local, y al mismo tiempo mirar hacia afuera y hablar un lenguaje universal, mas allá del jazz: (improvisación, creación, música!) es un hecho importante y válido. He llegado a una conclusión también hace mucho rato: Al hacer una "mezcla", una "fusión" es inevitable que no a todo el mundo le guste. Siempre habrá al que no le cuadre un ingrediente u otro, o le parezca muy picante o muy simplón. Mis respetos Pablos por su labor y su esfuerzo por generar inquietudes.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el maestro pablo schlesinger
pero la cuestión aquí es mas por el lado del nombre. "Jazz Colombiano" indica una fusión bastante atractiva si miramos los dos componentes,esa maravillosa sensación que produce la armonía del jazz mezclada con los ritmos colombianos que son mas bien particulares y sabrosos.
Creo que aunque sea la música tan subjetiva hay melodias, ritmos, fusiones, mezclas tan bien logradas que nuestro oído no puede escapar a ellas

Anónimo dijo...

Alguien podria poner un enlace para escuchar esta música de la que hablan? Saludos

Anónimo dijo...

Melting poat colombia!! hace jazz es la fusion de una receta de elementos mestizos ,blancos, negros, mulatos , zambos y nativos Colombianos.

Anónimo dijo...

Melting poat Colombia , hacer jazz libre con una serie de elementos, una receta de ingredientes mestizos ,blancos, negros, mulatos , zambos y nativos Colombianos....de la cocina al laboratorio!!..hay que atreverse experimentar un poco!!!con todo el sabor y el groove ácido ,funky latinsoul y sonidos contemporáneos!!! terricote@hotmail.com

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