martes, 16 de noviembre de 2010

Armonía – Parte 1



Una inquietud frecuente, con respecto al tema de armonía en el jazz, es cómo abordar y entender los modos. Vamos a tratar de despejar este concepto.

Los modos son estructuras de notas, similares a las escalas, que varían entre 7 y 8 notas. Dentro de los modos se entrelazan dos conceptos, de acuerdo con su aplicación en la música: el armónico y el lineal. En esta oportunidad abordaremos el concepto armónico, es decir la aplicación de los modos dentro del lenguaje del jazz tonal.

El primer modo dentro del concepto armónico es el Jónico, que corresponde a la misma estructura de una escala mayor. Si se forma su esqueleto armónico, superponiendo terceras a partir de la raíz, el resultado es 1,3,5 y 7 mayor, y corresponde a un acorde Maj7.

En el jazz tonal, cada modo cumple la función de representar un esqueleto armónico de 4 notas, construido con base en la superposición de terceras diatónicas. Al superponer estas terceras se forma un acorde de 7ma con su modo mayor o menor, y de igual manera su 7ma con su cualidad correspondiente.

El acorde Maj7 dentro del modo Jónico, será también el primer grado de una tonalidad en mayor. Así por ejemplo Cmaj7 será el primer grado dentro de la tonalidad de Do mayor, Dmaj7 será el primer grado dentro de la tonalidad de Re Mayor, y así sucesivamente.

Después del esqueleto armónico, están las extensiones diatónicas; es decir aquellas notas que se superponen en terceras sobre este esqueleto dado, se desprenden del mismo modo, y van después de la 7ma.

Para reconocer qué extensiones se aplican sobre el esqueleto armónico, se debe tomar una distancia de 9na mayor entre cada nota del esqueleto armónico y su extensión correspondiente. El video y la partitura (clic aquí), complementan este concepto con mayor claridad.
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jueves, 16 de septiembre de 2010

Buena Línea Melódica

Sabías que cuando los grandes artistas improvisan, sus líneas melódicas mantienen un equilibrio entre notas que van por grado conjunto y salto... increíble, pero cierto!! Ellos NO piensan en modos ni en escalas, es así de simple.

Con el siguiente ejemplo lo puedes confirmar por ti mismo. Sobre dos acordes muy comunes: V7 y Imaj7 del momento, inicias la frase con notas por grado conjunto, y luego utilizas el arpegio en un orden ascendente o descendente por salto, llegando a una nota estable en el siguiente acorde.

Aquí te dejo el ejemplo:



Conoce, aprende e interpreta las frases que utilizan los grandes músicos:
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viernes, 10 de septiembre de 2010

Elimina las líneas débiles al improvisar

Te has preguntado por qué al improvisar una línea melódica, esta resulta débil -o no suena como debería-. Pues una razón importante está en el uso del arpegio en formación no melódica.

Este concepto es fundamental a la hora de interpretar frases con sentido. Tal vez te ha sucedido que interpretas las notas correctas en la armonía dada, pero si estas se encuentran en una posición no melódica, la frase no suena como debería, pierde fuerza.

El ejemplo 1 aclara mejor este concepto:





Como puedes apreciar en el ejemplo 1, el arpegio de Cmin7 se rompe en la mitad con un intervalo de segunda menor, como resultado la frase no suene musical sino mas bien a un acorde o voicing de Cmin7.


En cambio, en el ejemplo 2 en Cmin7 la mayoría de las notas van por grado conjunto realizando salto al final para resolver en F7, haciendo que la frase tenga mejor contexto melódico que la primera.

Es el momento de interpretar las líneas que utilizan los buenos músicos:
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lunes, 6 de septiembre de 2010

Armonización Melódica - Parte 3 -Double stops- (intervalos en combinación)



Continuando con el tema ‘Cómo armonizar una melodía en el jazz’, en esta oportunidad les contaré cómo combinar intervalos para lograr una armonización sutil, o densidad ligera.

Como lo habíamos comentado en la lección anterior, se trata de armonizar la melodía principal con otra nota que se encuentra debajo de esta, a un intervalo esta vez entre una segunda hasta una octava. En primer lugar, utilizo un tono guía del acorde que me de buen piso armónico, cuando la melodía es tensión o nota del acorde. De igual manera, es posible utilizar variedad de intervalos como terceras, sextas, cuartas, quintas, segundas y séptimas, tratando de que realicen grado conjunto, movimiento oblicuo o contrario, en lo posible.

Para desarrollar este recurso, me apoyo en el clásico –Foggy Day- de Gershwin, cuya melodía contiene notas por salto, grado conjunto y notas repetidas que nos dan un buen contorno melódico para la realización de esta técnica. En su partitura-clic aquí- pueden ver que también utilizo ornamentación rítmica para darle buen contexto interpretativo.

En el video apreciarán diferentes tipos de intervalos aplicados, junto con el caminante que llevo en mi mano izquierda y del cual hablaremos mas adelante. Todo estos recursos me brindan una textura ligera y sencilla, pero muy eficaz.

Como de costumbre, les recomiendo iniciar este concepto armonizando melodías de una manera lenta y enfocada, escuchando cada intervalo. Y recuerden, las buenas ideas se logran no solamente utilizando terceras, sextas u octavas, también la disonancia es fundamental en la música, por lo tanto segundas y séptimas son bienvenidas. De igual manera, estas ideas van a funcionar muy bien no sólo en el piano sino también en la guitarra y en los vientos; por ejemplo, en combinaciones como trompeta y saxo alto, o saxo alto y saxo tenor, por citar sólo algunas.
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viernes, 18 de junio de 2010

Armonización Melódica - Parte 2 (Terceras)



Continuando con el tema ‘Cómo armonizar una melodía en el jazz’, en esta lección veremos los intervalos –o “double stops” como los denominan los norteamericanos-. Se trata de una manera muy fácil y práctica de armonizar una melodía principal con otra que se encuentra siempre debajo.

Los intervalos se pueden catalogar dentro de dos grupos: consonantes y disonantes. Entre los consonantes he escogido ‘las terceras’, que se utilizan no sólo en el jazz sino también en la música clásica, la popular, folclórica y otros géneros.

El concepto es muy sencillo, se trata de armonizar la melodía principal con otra que se encuentra debajo de esta, a un intervalo de tercera, ya sea menor o mayor. Como no hay una norma estricta o ciencia exacta para establecer cuál tercera se debe utilizar, la aproximación la realizamos siguiendo dos pistas. La primera es escuchar el intervalo al ser armonizado contra la melodía, y la otra forma es correlacionando la tonalidad del momento con el acorde al que la melodía del momento está referenciada.

Para explicar mejor este concepto escogí un standard muy conocido “Beautiful Love”. En la partitura -clic aquí-, aprecian los primeros 16 compases armonizados en terceras, y muestro -como les comenté anteriormente- cómo intercalo entre terceras mayores y menores según la tonalidad en que me encuentro -Re menor-, y el acorde en el cual estoy armonizando la melodía dada.

Como es costumbre, inicien este concepto armonizando melodías de una manera lenta y enfocada en terceras, escuchando cada intervalo. De igual manera, pueden complementar el estudio de las terceras, con la lección de Técnica Pianistica - parte 1, pues les será de mucha ayuda en este tema, desde el punto de vista técnico.

Espero que este nuevo acercamiento a la pregunta ‘Cómo armonizar una melodía en el jazz” les sea útil. Los invito a que participen en el blog con sus inquietudes o comentarios. Nos vemos pronto.
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miércoles, 12 de mayo de 2010

Armonización melódica - Tonos Guías



Respondiendo a la solicitud de algunos seguidores del blog, hoy les traigo un tema muy interesante: ‘cómo armonizar una melodía en el jazz’. Es un tema un poco complicado de abordar, pues por sí solo representa todo un universo que ha dado hilo para escribir libros completos.

Para desarrollar el tema se me ocurrió entonces, empezar por una breve guía de un concepto clave: ‘los tonos guías’. Estos nos van a servir por una parte para iniciar la armonización básica de una melodía, y por otra, para dar un soporte armónico a la misma, en forma de acompañamiento armónico.

Como una breve explicación sobre lo que representan los tonos guías, recordemos que estos son la 3ra y la 7ma, ó la 3ra y la 6ta (si el acorde es con sexta) de un acorde de 4 notas o cuatriada. Nos dicen entonces cuál es el modo del acorde, es decir si es mayor o menor, y también qué tipo de cualidad tiene la séptima: si es mayor, menor o disminuida.

Para la correcta aplicación de los tonos guías, propongo el siguiente ejercicio que ha tenido buena asimilación por parte de mis estudiantes. Lo podrán evaluar con más detalle en el video y la partitura (clic aquí) correspondiente. La idea es interpretar los tonos guías de cada uno de los acordes, partiendo en Do mayor con las cualidades Maj7 y Dom7, interpretando los tonos guías en sus dos posiciones: 7 y 3, y luego al contrario 3 y 7 por el círculo de 4tas ascendentes y 5tas descendentes, para obtener un perfecto control sobre cada una de las armonías.

Por último, realizamos la aplicación musical sobre un tema. En esta oportunidad escogí un standard poco conocido, pero que me gusta mucho: “Out of Nowhere”. Para que tengan un concepto más claro de la utilidad y el uso de los tonos guías en este enfoque particular, pueden apreciar en la partitura los primeros 16 compases con la adición de los tonos guías correspondientes.

Al comienzo el ejercicio es difícil y los pondrá a pensar bastante si no lo han realizado antes. Por eso, como es costumbre en el estudio de la música, inicien de una manera lenta y enfocada, hasta poder interpretarlos de forma ‘mecánica’ sobre un tiempo estable, sabiendo exactamente en qué tonalidad y cualidad se encuentran al realizar el ejercicio.

Espero que este primer acercamiento a la pregunta “cómo armonizar una melodía en el jazz” les sea útil, y los guíe dentro del vasto universo de la armonización. Recuerden dejar sus comentarios, pues estos enriquecen el conocimiento sobre los diferentes temas que estamos tratando. Nos vemos pronto.
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sábado, 17 de abril de 2010

Técnica Pianística - Parte 3 (Arpegios)



Para esta tercera parte sobre técnica pianística, reservé uno de los ejercicios que más beneficios me ha dejado en el estudio del piano: los Arpegios.

En mi opinión, la razón por la cual se hace tanto énfasis en el estudio de los arpegios es porque contienen dos elementos fundamentales que se observan en la literatura musical de cualquier período. El primero: forman frases musicales muy bien definidas y claras, esto hace que se encuentren en diversas disposiciones dentro de la vasta literatura pianística. En segundo lugar, técnicamente añaden a la mano del intérprete la habilidad de expandirla, encogerla ágilmente y fortalecer el paso del pulgar a mayor distancia por debajo del tercer y cuarto dedo, convirtiéndose entonces, en un recurso técnico indispensable a la hora de interpretar.

Muchos compositores han utilizado arpegios en sus composiciones, desde Bach, Scarlatti, siguiendo con Clementi, Mozart, Beethoven y Brahms hasta aquellos que lograron desarrollarlos a gran escala como Chopin, Liszt, Rachmaninoff y Scriabin, por citar sólo algunos ejemplos. La literatura, no sólo del piano sino de muchos otros instrumentos, está repleta de arpegios que hacen parte tanto del mundo clásico como del jazz.

Recuerdo que cuando empecé a estudiarlos, ya hace varios años, sólo interpretaba la primera y segunda octava, y me sentía satisfecho y hasta creía que los había dominado. Lejos estaba de aquella meta, que en realidad me ha tomado un buen tiempo y aún continuo puliendo.

La práctica de los arpegios la realizo siempre en mi rutina diaria de calentamiento y estudio. En la partitura (clic aquí), propongo la misma rutina de estudio que mi profesora rusa me indicó cuando comenzaba el estudio del piano: interpretar los arpegios por octavas, y de igual manera en ritmos. Una octava en negras, dos en corcheas, tres en tresillos y cuatro en semicorcheas. Indispensable es la articulación en Legato y el uso del metrónomo para ir subiendo la velocidad. Aunque el ejercicio se encuentra escrito en Do en la partitura, como alternativa se pueden interpretar arpegios en teclas blancas iniciando con el ciclo: Si,Mi,La,Re,Sol,Do y finalizando con Fa.

El objetivo general del ejercicio es interpretar de manera natural y relajada, a un tiempo estable. Observen también el video que les aclarara ideas de interpretación y digitación, que estoy seguro les servirá de guía en el estudio de los arpegios.
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