sábado, 17 de abril de 2010

Técnica Pianística - Parte 3 (Arpegios)



Para esta tercera parte sobre técnica pianística, reservé uno de los ejercicios que más beneficios me ha dejado en el estudio del piano: los Arpegios.

En mi opinión, la razón por la cual se hace tanto énfasis en el estudio de los arpegios es porque contienen dos elementos fundamentales que se observan en la literatura musical de cualquier período. El primero: forman frases musicales muy bien definidas y claras, esto hace que se encuentren en diversas disposiciones dentro de la vasta literatura pianística. En segundo lugar, técnicamente añaden a la mano del intérprete la habilidad de expandirla, encogerla ágilmente y fortalecer el paso del pulgar a mayor distancia por debajo del tercer y cuarto dedo, convirtiéndose entonces, en un recurso técnico indispensable a la hora de interpretar.

Muchos compositores han utilizado arpegios en sus composiciones, desde Bach, Scarlatti, siguiendo con Clementi, Mozart, Beethoven y Brahms hasta aquellos que lograron desarrollarlos a gran escala como Chopin, Liszt, Rachmaninoff y Scriabin, por citar sólo algunos ejemplos. La literatura, no sólo del piano sino de muchos otros instrumentos, está repleta de arpegios que hacen parte tanto del mundo clásico como del jazz.

Recuerdo que cuando empecé a estudiarlos, ya hace varios años, sólo interpretaba la primera y segunda octava, y me sentía satisfecho y hasta creía que los había dominado. Lejos estaba de aquella meta, que en realidad me ha tomado un buen tiempo y aún continuo puliendo.

La práctica de los arpegios la realizo siempre en mi rutina diaria de calentamiento y estudio. En la partitura (clic aquí), propongo la misma rutina de estudio que mi profesora rusa me indicó cuando comenzaba el estudio del piano: interpretar los arpegios por octavas, y de igual manera en ritmos. Una octava en negras, dos en corcheas, tres en tresillos y cuatro en semicorcheas. Indispensable es la articulación en Legato y el uso del metrónomo para ir subiendo la velocidad. Aunque el ejercicio se encuentra escrito en Do en la partitura, como alternativa se pueden interpretar arpegios en teclas blancas iniciando con el ciclo: Si,Mi,La,Re,Sol,Do y finalizando con Fa.

El objetivo general del ejercicio es interpretar de manera natural y relajada, a un tiempo estable. Observen también el video que les aclarara ideas de interpretación y digitación, que estoy seguro les servirá de guía en el estudio de los arpegios.
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